viernes, 13 de marzo de 2009

Hoy es el único tiempo que conozco

(Para leer esta entrada, haced click aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=R3XkZbVB2qw
(sigo sin poder subir vídeos...)
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La ética es un tema peliagudo,
sobre todo en lo que concierne a las relaciones humanas.
Es que entre los reveses económicos y el cansancio crónico que vengo arrastrando,
se me apareció un fantasma del pasado.
Error, culpa, estupidez y,
cómo no,
el sempiterno machorreo que nos aturde.


En realidad, el chico en cuestión tiene gran parte de razón:
que se hubiera enamorado de mí no justifica que despotrique contra él
a diestra y siniestra.
La pregunta es:
¿Para qué me metí en la boca del lobo?
¿Por qué intento demostrar a los machorros que "cómo se atreven" a admirarme?
En mi cruzada contra el esperpento de la misoginia,
a veces arraso campos
que se extienden más allá de mis fronteras.


En fin, la guerra no es mi forma de lucha,
por lo que espero no volver a escoger esas armas,
que después me toca recoger cadáveres para respetar la Convención de Ginebra.
Si, al final,
sólo con mis perras
puedo ladrar a la luna llena.
¿A qué más?


Y para respetar mi condición de "mejor amiga del hombre"
y de paso redimirme con la humanidad,
va esta canción de The Knife,
"Now is the only time I know"
(Hoy es el único tiempo que conozco),
de su último álbum, "Fever Ray",
que me envió Elmar,
mi amigo (todavía) virtual.





Si hoy es el único tiempo que conocemos
mejor prepararnos para lo imprevisto,
hacer frente a la adversidad y el error
con las pestañas maquilladas,
que,
como dice Úrsula K. Le Guin
"El arte es largo y la vida corta".

Y nos queda tanto que aprender!

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