martes, 29 de diciembre de 2009

Pensando en un alma perdida

En la zona del Almuerzo Desnudo

“Soy como una estrella que se apaga”, dices.
Palabras sucias, ajenas, gastadas...

Eres abismos, sólo abismos
Y un infierno blanco y llano de lucidez implacable.

Mientras, yo me consumo del otro lado de la mesa,
Ardiendo en el goce de palabras vulnerables,

Como si yo no fuera yo
Y mis razones fueran las de otra.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

"¿Dónde te metes?"



Postal que nos regala Myriam (Una explosión creativa que arremete contra molinos de viento)

Cuando llega el final del año (eso si aceptamos nuestro calendario, a pesar de que nunca nos cierren las cuentas) tendemos a hacer balance y proporneros objetivos. Como eso ya lo hago en el curro y con números de verdad, y como no me creo mucho los finales impuestos, prefiero orientarme por el deseo.Es el único motor que sé engrasar a tiempo.

 
Hace un tiempo que estoy alejada de este espacio. Concretamente, 2 meses. A mí me parece mucho más, ya que con lo que llamamos "mundo virtual" pasa como con lo que hemos dado en llamar la "ficción": ordena el caos de la realidad, da un sentido al sensentido que es vivir, crea sensación de cercanía en la distancia y multiplica las posibilidades de acción.

Pero - a veces pasa - el mundo de lo concreto me solicitó a su vera, y allí estoy. Mucho trabajo, muchos desafíos, muchos nuevos caminos en los que tuve que descifrar las señales. Las pocas horas que se salen de esta concreción las he dedicado a escribir cosas no publicables (todavía).

Cada vez que abría el blog me quedaba mirando la pantalla unos segundos, apagaba el ordenador y me sentaba frente al fuego. El deseo me llevaba hacia otro lugar. Y, como no hay nada mejor con los cambios que poder disfrutarlos, en eso estoy.


He pensado en cerrar el blog, pero sería como matar a quien ya no deseas. Y creo que todavía tengo aceite para este engranaje.

Lo peor cuando te vas es que te cuesta volver. Sientes a la vez que tienes mucho y nada por decir. Pero, como soy muy perseverante, seguiré intentando alimentar este espacio. Quizás con otros colores. Seguramente desde otro lugar. Y con mucho deseo. Si no, espero no dejarlo morir, y darle el tiro de gracia que se merece...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Aminatu Haidar, la poderosa



Se pueden decir muchas cosas de Aminatu Haidar. El Sr. Ministro de Exteriores de España, por ejemplo, ha dicho que "Es una tozuda". También es interesante de destacar la opinión del jefe de la diplomacia de Marruecos, que la considera un "instrumento de Argelia y el Frente Polisario utilizado para bloquear las negociaciones políticas sobre el Sáhara Occidental en las Naciones Unidas"
Al mundo occidental le ha parecido bien que Aminatu Haidar se "exprese", pero "con discreción", agregó la clase política. No piensan lo mismo en Marruecos, en donde ha sido encarcelada, torturada y expulsada.

Ella sostiene que se han vulnerado sus derechos humanos fundamentales y, como activista de los derechos humanos, es su deber luchar hasta el final. Lo que en este caso significa la muerte por inanición.

Podríamos hacer muchísimos alegatos izquierdistas, anticolonialistas, tercermundistas, feministas, pacifistas y revolucionarios sobre la causa y la forma de lucha de Aminatu Haidar.

Pero lo que a mí me fascina y emociona cada día es que un ser en apariciencia tan insignificante físicamente como es Aminatu Haidar utilice su cuerpo como herramienta contra una monarquía corrupta y déspota y logre ponerla en la estacada. Que una mujer que como tal ocupa un nivel jerárquicamente muy por debajo de un ministro, logre hacer rabiar de impotencia a ese ministro, a un juez y a toda la clase política de una monarquía africana, un país europeo y un organismo internacional del calibre de las Naciones Unidas.

Y lo que me conmueve profundamente es que esta mujer consiga mover el tapete de la diplomacia marroquí, española, europea e internacional a través del mecanismo históricamente reservado a las mujeres como arma de opresión: la negación, es decir, el no hablar, el no dejar(se) ver, el no comer.  Así, transforma el silencio en voluntad de no hablar; el no comer en voluntad de no ceder; el no negociar en voluntad de transformar el futuro de una nación.

Ya quisieran todos esos monigotes que pueblan la clase gobernante la perseverancia -que no es lo mismo que tozudez, señor Ministro- y la férrea voluntad política de Aminatu Haidar.

La prensa la compara con Gandhi. Peor aún, dicen "la Gandhi marroquí". No me gusta nada la comparación. Aminatu Haidar no se pone al frente de nadie sino que recoge apoyos. Aminatu Haidar no estudió en Londres sino que cria hijos en el Sáhara. Aminatu Haidar no quiere hacer la revolución pacífica: exige la independencia de un territorio abandonado por España y aplastado por Marruecos. Y no estoy criticando a Gandhi, sino que afirmo que Aminatu Haidar no es la sombra de nadie. 

Y repito su nombre varias veces para no olvidarlo. Se trata de la activista saharaui Aminatu Haidar, la que para hacer no hace.