lunes, 18 de enero de 2010

Desamando

Para Leonor Silvestri, con cariño húmedo de edredón dominguero, imprescindible para enterrar, incinerar o despreciar al desamor



Despedida

Que los párpados se caigan de una vez
Que se sellen
Que se acabe el cotidiano misterio
De la sucesión de noches y días

Que sea la caída
Como el tornado de la fiebre:
Fuerza centrípeta
En la oquedad más sórdida de la conciencia,
En el límite entre el ser y el no ser.

Dicen que un final
No es mejor que otro
Pero que cada quién ha de saber
Cuál es el suyo.


Todo está deshabitado.
El cansancio nos golpea
Como las olas lamen el muelle enmohecido

Desde la secreta mansedumbre de mi orilla
Adivino la ceguera que te impone
La blancura del tormento

Ya nunca has de saltar
Las rampas peligrosas
Que te unían a este mundo

Te quedarás en la otra orilla
Inmóvil
Gozando hasta el último segundo
Del final.

5 comentarios:

Unknown dijo...

helen me enamore y me emocione gracias lo necesitaba

Lubna Horizontal dijo...

bellísimo, increíble, como todo lo que sale de tu pluma, querida

mil besos desde otro edredón
Diana

HelenLaFloresta dijo...

neeenas! esto es amor, lo demas es mierda de cocido gallego..

bssss

Diako Dedalus dijo...

ah el desamor!
ahora que es tan difícil hacer las cosas
resulta tan fácil el desamor
me encantó ese texto, de nuevo, huh!

Unknown dijo...

zorrita en breve a tu edredon
besos y gracias por todo siempre