viernes, 5 de marzo de 2010

Bienvenida, anarkocerda

A punto estaba de salir corriendo de este zulo que se dice despacho, cuando decidí dar unas vueltas por los blogs aprovechando la supertecnología universitaria... Y allí estaban las despedidas emotivas a la Leo, la anarko cerda sudaka que, con esa nariz de bruja que ya me patrocinaba la Itzi, descubrí una tarde aburrida de lluvia y de pseudo domingo hace casi exactamente un año. Y no pude evitar la lagrimita... Y eso que hoy no es martes...
Resultó que aquel ser que olí virtualmente como un ángel anarquista irreverente y arrollador y a quien incluí en lo que llamo "amor de manada" no nos decepcionó. Y eso no pasa muy seguido. Leonor Silvestri es de verdad, lo confirmé cuando la vi por primera vez, en la salida del metro Paral·lel. 
Acostumbrada a traiciones y decepciones, decidí verla antes de ponerle la correa. Y en menos de 5 minutos me olvidé de la correa, la traición y los ángeles. Porque ese vendaval que caminaba a mi lado por las calles del Raval no sólo era lista y fuerte. Destilaba dulzura. Y esto, en una anarkista punki tercermundista, es una rara avis. 
Antes de verla, temía encontrarme con una blablabla que nos dijera todo lo que teníamos que hacer, cómo y por qué. Pero no. La Leo es rabia y claridad, honestidad y sagacidad, poder y responsabilidad.
Así que bajé la guardia enseguida, me la llevé a comer y acto seguido se la entregué a la Diana. 
La primera noche fuimos a ver flamenco y nos emborrachamos, entre sus advertencias sobre su vida sana y nada festiva. Jeje, pensé, qué poco le va a durar... Y así fue.
Es triste que no esté ahora. Pero quién nos quita lo ganado... Yo: una novia, una amiga, una compañera de letras, un puño de oro, una sonrisa de zorra, una perra con un látigo radioactivo por lengua, una cerda de primera calidad. En fin, un zoo con el cartel "Lo siento por Uds."
Bienvenida seas, puta amiga. Ojalá que tengas pocas cosas, y que la mudanza no te distraiga demasiado. 


PD: no me olvido de todo lo que me dijiste aquella noche de revelaciones. No sé si me doy cuenta quién o qué soy, nena, pero al menos me reconforta muchísimo saber que vos sí sabés. No sabes que alivio... ;)

2 comentarios:

Unknown dijo...

yo si se
sos la sensualidad
y todavia te veo esa noche de fiesta enguantada en tu abrigo negro bailando
la mas bella de la fiesta
y pienso hace 20 años que estas en la pista y en la revuelta y todavia nadie te bajo
en cuanto al libro... me lo vas mandando por aca ya mas tranquila y via mail sere capaz de leerlo
igual la punta ya sabes cual es
y se que podes lograrlo

que maravilla helena querida tenerte entre mis afectos
que maravilla
me parece un sueño

Elsie Ralston dijo...

Bravo!