jueves, 24 de febrero de 2011

La industria de la muerte

La violencia nos ha acompañado a lo largo de la historia, pero lo novedoso y distópico, entendiendo este término como indeseable, es la utilización de la muerte para el empoderamiento. En el México fronterizo, la gente no puede conseguir dinero para satisfacer las demandas de hiperconsumo bombardeadas desde los medios. Entonces se empoderan con la muerte, producen violencia y el cuerpo se vuelve una mercancía, tanto el de otras personas como el propio. Son el proletariado ‘gore’: sicarios, gente que se encarga del trabajo sucio de los cárteles de la droga, de su seguridad… son personas muy jóvenes. Se da el caso de uno que empezó con 11 años.

Entrevista a Sayak Valencia, ensayista, poeta, performer y más... Su libro "Capitalismo gore" analiza el capitalismo del narcotráfico y ofrece una poderosa metáfora para entender los procesos de capital actuales atravesados por la violencia gore que se cuece en cada esquina del mundo: desde Palestina al Bronx, desde l'Hospitalet hasta el altiplano boliviano.

La violencia gore que hoy se cuela por los telediarios y las series de la HBO invade cada vez más la aplatanada cotidianeidad primermundista. La metáfora de la droga y su tráfico, con los cuerpos en el centro de la escena, contamina desde las relaciones de género hasta las leyes cívicas. En algunos casos la muerte sigue siendo la muerte civil, la anulación de los derechos civiles de las personas; en otras, la metáfora se hace carne y hueso en los cuerpos de mujeres, sin-techo, sin-trabajo, descartables del sistema. De momento,en Europa el Estado hace las veces de sicario. Con el tiempo, ya veremos...

miércoles, 23 de febrero de 2011

Entrevista a María Galindo, feminista y agitadora callejera, grafitera y una de las mujeres de la casa "La virgen de los deseos" del colectivo boliviano "Mujeres creando"


El análisis político que yo veo en feminismos como el italiano, el español o el alemán esta extraviado. Ha perdido la vocación de interpelar al poder y a los partidos políticos, ha perdido la iniciativa. Están en una crisis profunda la gente ha sido absorbida por las subvenciones estatales y sobretodo ha perdido capacidad de propuesta y capacidad de imaginación. No se puede decir que existe una relación porque los espacios de relación están sujetos a los tejidos estatales y oenegistas donde de ambos lados intervienen mujeres adormecidas y cooptadas. En esos espacios las europeas juegan a matriz civilizatoria y juegan a modelo y las mujeres del sur juegan a beneficiarias de esos modelos, pero en ambos casos se trata de un juego de roles poco o nada vital.

entrevista completa



La virgen de los deseos es un espacio feminista autogestionado y autosostenido económicamente bajo la forma de una cooperativa. Cuenta con una guardería en la que trabajan 23 mujeres que viven de eso, un hostal con una habitación libre solidaria, una ducha calientita para quien la necesite, escuela de alfabetización, espacio de informática, una radio libre, un mercado agroecológico, una tienda artesanal y librería, un área académica con talleres y seminarios, un comedor y un consultorio médico gratuito... María Galindo la define así:
 
Explicar que es la virgen no es tan simple como parece, no es la sede de un grupo o movimiento, no es un centro cultural, ni siquiera es una casa de mujeres o para mujeres, o una casa autogestionaria como nosotras mismas hemos quedado en llamarla.
La "Virgen de los Deseos" es una forma de recoger una estrategia que las mujeres hemos tenido a lo largo de la historia, estrategia que ha pasado por la huida de la reclusión y la construcción de un espacio entre nosotras hacia la sociedad. 
Si estuviéramos en el siglo XVI quien sabe la virgen de los deseos sería un convento, ¡vaya ironía¡.
Si estuviéramos en el siglo XIX la virgen de los deseos sería un Quilombo, un lugar de esclavas huidas que se juntan a organizarse en libertad.

(un quilombo es una casa de lenocinio) 

martes, 22 de febrero de 2011

¡Las cholitas se defienden! 

Reportaje de Alma Guillermoprieto



Fotos de Ivan Kashinsky

Sean bienvenidos al delirante mundo de la lucha libre boliviana.


(...)
Claudina, quien oficialmente es una “ruda”, o mala, hace un buche con gaseosa y rocía al público con esta en el preciso instante en que Yolanda, una “técnica”, o buena, se abalanza sobre ella y la arrastra hacia las gradas, lo cual obliga a los espectadores a dispersarse gritando, a la vez alarmados y extasiados. ¡Gana Yolanda! ¡No, gana Claudina! ¡No, Yolanda! ¡Pero esperen! El público grita porque una nueva amenaza ha hecho su entrada silenciosa: Abismo Negro –o quizá se trate de Muerte Satánica o el Esqueleto Blanco; resulta difícil mantenerse al tanto– ha saltado al combate y le aplica a Yolanda una feroz llave en la pierna. La situaciónparece desesperada, pero no, ¡de la nada aparece el Último Dragón, y carga una silla! ¡Con ella golpea en la cabeza a Abismo Negro, o quizá al Esqueleto, o tal vez a Yolanda! Hasta Claudina parece haber perdido la noción de quién es quién: Se abalanza contra su propio aliado, el repugnante Picudo. “¡Ha quedado destruido para siempre!”, vocifera frenético el maestro de ceremonias.
O casi para siempre: En la lucha libre, ninguna derrota es definitiva.

Reportaje completo en la National Geographic
Buscando estadísticas sobre mujeres escritoras en España, encuentro que no existe tal dato. Sí el de cantidad de lectoras (necesidades del mercado) pero nada sabemos sobre la cantidad de libros publicados y/o editados por mujeres. No será relevante...

lo que sí encontré que me llamó la atención es el porcentaje de suicidios en relación al sexo (hombre/mujer, que en el INE no están para "sexualidades diversas"):

el total de suicidios en 2008 fue de 3.421 personas, de las cuales el 22,57% eran mujeres y el 77,43% hombres.

el suicidio está incluído en la estadísticas de "muertes violentas" por "causas externas de mortalidad" (se excluyen enfermedades por considerarse "naturales", y se incluyen asesinatos, muertes producidas por consumo de drogas y por accidentes de tráfico). la violencia de género no es una variable especificada en esta tabla, por lo que se pierde entre la cifra de homicidios, uno de los delitos que más recaen sobre la población de hombres

leyendo estadísticas, lo que más chirría es el uso del lenguaje, el sesgo sexista en la creación de indicadores y la manera de relacionarlos, y obviamente, el uso que se hace de ellas.
más allá de eso, corriendo un tupido velo y aceptando que las (engañosas) estadísticas revelan una clarísima segregación de la mujer en todos los niveles, llama la atención que las mujeres se mueran menos que los hombres y no se permiten dejar de existir. qué cansancio, no?

para quienes desean arruinarse el mediodía con más datos: http://www.ine.es/ total, como decía mi madre, el saber no ocupa lugar: leer estadísticas y las páginas de economía ayuda a crear un mapa del mundo con los ojos del poder, y está bien saber cómo se implementan las reglas del juego para orientarse en este laberinto del desorden mundial. la mayoría de la gente tiene miedo a este tipo de lenguaje encriptado. no se dejen engañar: lo difícil de entender es la realidad, no sus interpretaciones. creo yo...

lunes, 21 de febrero de 2011

Hablamos con el hijo sobre mis hermanos. El campo. La hacienda. Los créditos en dólares. Los gauchos. El éxodo a las ciudades. La vecina que se perdió en un pueblo de cuarenta casas y se quedó de pie llorando en una esquina. Mi madre que despotricaba contra un peón que, ante su extrañeza porque los tomates no crecían, le dijo: “¡Ah! Si los riega es otra cosa”. La bronca que me daba su desprecio ante lo que hoy llaman en USA la vida slow motion. Todo eso para intentar explicar una pelea. Y no lo consigo... Recuerdo a Ricardo Piglia y le digo que tendría que leer a Piglia para entender. Ahí es cuando se levanta y se va.

Yo me quedo con la duda de si hay una argentinidad definida por la literatura o si la argentinidad se reconoce cuando leemos. No distingo los contornos entre realidad y ficción, entre nuestra interpretación de la realidad y la creación de la realidad a partir de la literatura. Mi padre dejó la urbe y se fue al campo a vivir una ilusión. Así, cambió su identidad. He hizo que ocurrieran cosas que jamás hubieran ocurrido si no hubiera leído lo que había leído.

Un fragmento de Blanco nocturno, de Ricardo Piglia:

-La irlandesa. Mi padre tiene todavía su foto en el escritorio. Estaba fuera de lugar acá, esa mujer, como te imaginás, era demasiado arisca para convertirse en una madre argentina, andaba a caballo mejor que los gauchos pero odiaba el campo nuestro. “¿Qué shit se creen estos mierda”, decía… La culpa de todo es del campo, del tedio infinito del campo, todos dan vueltas como muertos-vivos por las calles vacías. La naturaleza sólo produce destrucción y caos, aísla a la gente, cada gaucho es un Robinson que cabalga por el campo como una sombra. Sólo pensamientos aislados, solitarios, livianos como alambre de enfardar, pesados como bolsas de maíz, nadie puede salir, todos atados al desierto, se largan a caballo a recorrer su propiedad, a ver si los postes del alambrado están sanos, si los animales siguen cerca de la aguada, si viene la tormenta; al atardecer, cuando vuelven a las casas, están embrutecidos por el aburrimiento y el vacío.  Mi hermano dice que todavía la escucha insultar en la noche y que a veces habla con ella y que siempre la está viendo. No podía seguir en este pueblo esa mujer. Cuando se fue embarazada, mi padre le hizo la vida imposible, no la dejaba ver a su otro hijo, decisión judicial, todos de acuerdo en castigarla. No la dejaba ver a Lucio, ella mandaba mensajes, ruegos, regalos, venía a la casa y mi padre la hacía echar por los peones y a veces le decía que lo esperara en la plaza y pasaba despacio en el auto y ella podía ver a su hijo que desde la ventanilla la miraba sin saludarla con ojos sorprendidos (…)
Cuando al final ella se escapó para siempre de este damned country, como decía, se fue a vivir a Dublín, donde trabaja de maestra y de vez en cuando recibimos una carta siempre dirigida a sus hjios, escrita en un español cada vez más extraño sin que nunca nadie le haya contestado. Porque los dos hijos no le perdonaron que los hubiera abandonado y eso los unió a los dos hermanos en el mismo dolor. Ningún hijo puede perdonar a su madre que lo abandone. Los padres pueden abandonar a los hijos sin problema, los dejan por ahí y no los vuelven a ver, pero las mujeres no pueden, está prohibido, por eso mi hermana y yo, si tenemos hijos, los vamos a abandonar. Nos van a saludar, paraditos en una plaza, los nenes, mientras nosotras pasamos en auto cada una con un amante distinto. ¿Qué tal?

sábado, 19 de febrero de 2011

Artículo de Patrícia Soley-Bertran en El País:

La industria propone y el/la consumidor/a dispone: es hora de promover el alfabetismo visual crítico para descodificar los valores encriptados en las imágenes, de desarrollar un nuevo modo de ver más representativo de la diversidad y de exigir modelos de belleza que reconduzcan lo estético, de la mera posesión de cuerpos supuestamente ideales al ámbito de los sentidos y la erotización de toda la personalidad. Se respira la necesidad de un nuevo estilo: una organización sensorial (o aisthesis, en griego, origen etimológico de "estilo") más consciente y soberana, ajena al incesante cambio de las modas (del artificial is beautiful al retorno de lo natural), eximida del mandato de la posesión y cercana a la experiencia gozosa del ser que comparte en libertad.

artículo completo: "(Des)orden estético", EP, 8/2/2011

Conocí a Patrícia hace años por la web. La invité a dar una charla sobre el cuerpo y la moda al proyecto Xarxa, en el que trabajábamos con jóvenes "en riesgo de exclusión social", que le llamaban. Estábamos trabajando sobre identidad y representación, y Patrícia nos sorprendió. Como tanta gente comprometida con un presente vivible, Patrícia tiene una trayectoria ecléctica: modelo, presentadora de televisión, socióloga estudiosa de Judith Butler, profesora universitaria, escritora...La chavalería, de entre 12 y 16 años, con los oídos cerrados gracias al aplatanimiento del instituto y el futuro cerrado por llaves olvidadas en los escritorios de un profesorado aletargado, despertó y actuó. A partir de su visita, hicimos un fanzine sobre moda e identidad, reciclaje y anticonsumismo, trastornos alimentarios... salíamos a la calle a hacer entrevistas y fotos a la gente, dimos vueltas sobre la bulimia y la anorexia, sobre las exigencias de la moda, sobre el concepto de belleza... Una de las chicas acabó dando una charla en un encuentro sobre Género y Nuevas Tecnologías en la Bonnemaison.

Cuando pienso en las cosas que repetiría si viajara en el tiempo, aquel año en Xarxa sería de los primeros de la lista: nunca más pude ver la teoría separada de la práctica, la política de la ética, la responsabilidad de la confianza. Pero esa es otra historia...

viernes, 18 de febrero de 2011

Para reconciliarse con Barcelona:

hoy a las 19,15 hrs. en la Bonnemaison, sant pere més baix 7, metro Urquinaona

"Mi sexualidad es una creación artística" (documental) from lucí­a on Vimeo.


Dirección: Lucia Egaña

y mañana Polipaleta, poesía con Pluma, espectáculo de cabaret poético queer de Txus García y Laura Gutierrez en el teatre Rai, Carders, 12, metro Jaume I


ahi va la hostia... respuesta de Myriam Cameros, ilustradora de la Cenicienta que no quería comer perdices y compañera de aventuras y desventuras, al post que publiqué ayer. Justo cuando estaba planificando huir al Sur aprovechando que nadie me ve, va la tía y me recuerda que las huídas son muy poco glamourosas, sobre todo si hemos dejado la casa en obras. Gracias amiga

miércoles, 16 de febrero de 2011

Ayer fue un día gris, de esos que desdibujan los contornos y exigen la inmovilidad como estrategia de supervivencia. Hoy es un día brillante, de esos que no te dejan adivinar nada porque el banquete está servido, sólo tienes que sentarte a comer. Pero no hay climatología que consiga sacar mi cuerpo de abajo del edredón. La habitación luminosa, las sábanas blancas, los libros ansiosos en todos los rincones, las Babelias arrugadas, los cuadernos ajados, la cafetera vacía que sigue desprendiendo olor a buenos días... no hay paisaje más hospitalario, literal y metafóricamente.
¿Cuántas mañanas he pasado con el culo aplastado sobre el colchón durante los últimos meses? Todas las que he podido. Para el saco de huesos lloriqueantes en que he devenido es un lujazo llevar la vida de Ignatius Reilly, el cerdo protagonista de La conjura de los necios. El sedentarismo y la intensificación del desprecio a la humanidad que éste provoca son prácticas propias de la obesidad morbosa. En un mundo tan vertiginoso y bien informado, la pereza es patrimonio de la discapacidad o es un atentado terrorista, una suerte de autoinmolación que requiere muchas habilidades: no mirar la tele, no hablar por teléfono, no desear más que lo tienes en la boca, no aspirar más que el aire cerrado de las cuatro paredes de tu cuarto. Para mí, es la reapropiación de mi juventud temprana. Hace veinte años, mi máxima actividad física consistía en dar un par de paseos semanales a juntar ramitas para encender el fuego. Pero poco a poco fui cayendo en los agujeros negros de la ciudadanía constitucional: el aburrimiento me llevó a la ambición, la ambición a la cuenta bancaria, la cuenta bancaria a la esclavitud posmoderna. Las horas literarias y las sobremesas perezosas quedaron para lo que pasé a llamar tiempos muertos, esos, los más vividos. El andar se transformó en correr, y correr es siempre detrás de y huyendo de. Así, parar es de kamikazes. Pero como suele ocurrir cuando disparas al ritmo y aniquilas el silencio, tropiezas y caes. Te levantas y caes. Y cada caída cansa más, duele más, hasta que te aburres de caer como antes te aburrías de estar tumbada. Al final, la posición del cuerpo es la misma, por lo que te preguntas para qué carajo ibas tan rápido si igual ibas a acabar en el suelo.
Así que con esta bordada argumentación continúo bajo el edredón hundiendo el culo en el colchón de latex y dejo que la casa siga siendo receptáculo de la gandulería y el desprecio al orden y al civismo mientras me carcajeo con las aventuras de Ignatius Reilly y su excéntrica madre, mientras espero sabiamente que las colchas manchadas de sexo enciendan la lavadora y se tiendan al sol con la ayuda de los calcetines, que los platos eliminen el recuerdo de cenas y desayunos con la inapreciable asistencia de las hábiles cucharas y que la leña se acumule en la puerta gracias a la generosidad de los periódicos viejos. Quisiera tener voluntad sólo para una cosa: colgar un cartel en la puerta con la leyenda: "Prohibido el paso, estamos en obras. Siento las molestias, estamos mejorando para usted." Pero como no la tengo, aquí me quedo, ya que nadie se molestará en golpear la puerta de una gandula habiendo tantas cosas por hacer.

martes, 15 de febrero de 2011

Barcelona, ay Barcelona, qué miedo das. Como todo lo que queremos y creemos conocido y, a la larga, se nos demuestra desconocido. Entonces dudamos. De todo: el ser, el sol, el aire, el pan. Y la noche contrata al miedo como timonel y las tormentas rompen las velas y el amanecer no trae más que gaviotas hambrientas y naufragios de sueños
Hace años intento conquistarte, yo, temeraria enemiga de las conquistas. Y cuando te me rebelas indiferente, hostil, agresiva, árida, deseo alejarme y, por revancha, me quedo.
Me enamoraste desde que te sentí, hace ya veinte vividos años. Pero abomino del romanticismo. Y giré la cabeza pa otro lado. Si estaba en la montaña miraba al mar. Mientras buceaba, olía bellotas. Pero, como todo lo que nos fascina, volvía del oxímoron doblemente satisfecha: oteando las olas desde lo alto de las encinas, soñándome sirena sin saber nadar.
Hoy nos hemos cruzado. Te detuviste a mi lado. Por un momento, creí que ibas a saludarme. Pero tenías la mirada velada. Esperé, sin tocarte, como si me diera igual tu indiferencia. Entonces, cuando ya te daba por perdida, levantaste el velo y allí estabas: los ojos de camello, cansados de esperar. Levantaste el brazo y me rozaste el hombro.
Te vi alejarte lentamente. La espalda vencida, el andar cansado. Antes de doblar la esquina giraste la cabeza y dejaste caer una mirada esquiva.
Y eso fue todo. Amor a última vista, que dicen.

jueves, 10 de febrero de 2011

Entre quienes se aprovechan de la llamada "Crisis" (como si fuera la única, como si fuera inevitable, como si fuera una crisis de verdad, es decir, la ruptura de un proceso que quizás ya no continúe) están las tan bien pensadas oenegés. Las oenegés saben un montón de aprovecharse del las ogés, es decir, del gobierno. Planes de ocupación, subvenciones, voluntariado, son su pan diario. Ahora que escasean las "ayudas" de Papá Estado y Mamá Europa, se dirigen sin piedad a la buena voluntad (la necesidad, diríamos) de la gente.
¿Qué significan sino estos requisitos en sus ofertas laborales?: "buena tolerancia al estrés", "Capacidad de trabajar bajo presión". Te pago 1200€ brutos por 40 horas semanales a cambio de tu vida entera vivida en régimen de flexibilidad horaria. Es decir, has de ir un domingo a la tarde a su puesto de "telovendotodo.com" y, de paso, repartir trípticos con fotos de criaturas morenas que, por un despite de la ética, justifican su existencia. Luego hay la variante "25 horas semanales por 10.000€  brutos al año". Es decir, entre 6 y 7 € la hora y con contrato de, máximo, 6 meses. Eso por no mencionar sus otros requisitos: alto nivel de idiomaS, títulos varios, amplia experiencia y capacidad de bajar la cabeza mientras les organizas sus desórdenes. O sea, te vuelves majara para el beneficio de unos pobres humanos que sin tu trabajo serán aún más desgraciados. "Pierde tu sonrisa para regalársela a un niño". (donde dice niño, puede decir también drogodependiente, persona de la tercera edad, habitante del Sur)
Quisiera denunciarles pero no sé dónde acudir. Que los directivos de banca salgan en los diarios con sus sonrisas torcidas declarando que se han bajado los sueldos dos céntimos al año está bien: todo el mundo sabe que están robando sin necesidad de una 39mm. Con un buen traje y una sonrisa de besugo les basta. Pero que salga el personal de las oenegés con sus sonrisitas de bondad y sus manos caritativas diciendo "no tenemos dinero, bua bua bua" me da casi más asco. Detesto los lobos disfrazados de corderos.
Las oenegés han hecho la faena sucia del Estado de bienestar. Miles de vidas humanas dependen ahora de su trabajo, que es en realidad el que desempeñan personas honestas que se lo creen, que son capaces de dejarse explotar por el bien del resto de la humanidad. En momentos de decadencia como estos, las alarmas éticas habrían de dispararse hasta petarnos los tímpanos. Cómo diría Haraway, es fundamental preguntarse a quiénes benefician sus proyectos, cómo se llevan a cabo y para qué.
(Para empezar así el día, podría haber aprovechado que no tengo que ir a ningún "trabajo" y seguir durmiendo. Me odio cuando me empeño en buscar agujas en pajares. Aunque a veces me sale bien, hoy no es el día...Voy a por otra cafetera, a ver si doy un giro y en vez de buscar trabajo me dedico a trabajar)

martes, 8 de febrero de 2011

lunes, 7 de febrero de 2011

Madre: Tu habitación es un asco. Ademas de ordenarla podrías aprender el concepto de "mantenimiento". ¿Sabes lo que significa?
Hijo: (despatarrado en el sofá) Sí. Y recuérdame apuntarlo en la lista de cosas que me importan una mierda
En los tiempos que nos corren, la comunicación está guiada por interrupciones. El móvil suena e interrumpe, siempre, aunque no estuviéramos haciendo nada. No permite la nada, la incomunicación, la soledad, el momento del no decir. Interrumpe y obliga a desplazarse: hacia el lugar al que quien llama nos indica: una cita, una obligación, un acuerdo, un recuerdo. Cuando vuelvas algo ha cambiado, ha habido un giro y hay que reconducir el barco.
Si apagamos el móvil y nuestro trabajo se centra frente a la pantalla de un ordenador conectado a internet, entraremos en los agujeros de gusanos del chat, el blog, el foro, el twitt, el feisbuk o libro de las caretas, los solitarios, los juegos en red, y un largo etcétera que ahora mismo empieza a interrumpir este post.
La pregunta es: cuando la comunicación se basa en los cortes, en las interrupciones, en los fragmentos, cuando se establece desde cualquier lugar y todos los lugares que no son en concreto ningún lugar, o al menos nunca el lugar donde estás, entonces ¿qué es escuchar?
En el cole siguen enseñando que la comunicación es un mensaje enviado por un emisor a un receptor. Parece un proceso limpio, sin cortes, directo. Si el receptor no entiende pregunta. Hoy somos entes receptores con dificultades para identificar emisores, esos grandes espectros. Procesamos, digerimos, vomitamos y rechazamos una infinidad de mensajes contradictorios que poco tiempo nos dejan para emitir algo que no sea un pedido de auxilio, una invitación o una proclama.
Antes de seguir con otra cosa, emito este mensaje: el ágora griego era la base de la democracia que hemos heredado. El ágora ya no existe, ¿qué pasa pues con la democracia?

viernes, 4 de febrero de 2011


Vivir como en un aeropuerto. Espera. Aire de circuito cerrado. Conversaciones suspendidas. Como en una estación espacial después del fin del mundo. Sólo algunos humanos con una vida portátil de 40x40x25. Una cápsula donde no pasa nada más que un ir y venir de esperanzas, obligaciones y bostezos. Conexiones que son un paréntesis en el que se suspende aquello antes conocido como vida.