miércoles, 12 de diciembre de 2012

Re-creación de la realidad a partir de una perfo de Itxaso Corral

Este jueves tuve la suerte de participar en una de las jornadas del Reality Creation Kit, un encuentro transdisciplinario convocado desde el espacio de creación La Porta para pensar formar de "re-inventar" la realidad. Un grupo bien nutrido de personajes variopintos aportaron, durante cinco días, diversas ideas desde sus campos de acción y pensamiento, que iban desde la física cuántica hasta el ruidismo pasando por la arquitectura, la imagen y la pedagogía, con el cuerpo como punto de anclaje y espacio de resonancia.
Yo fui a comerles la olla sobre la generación de imposibles desde la performance y el juego, sobre la necesidad de repensar nuestras abstracciones desde la transversalidad, sobre la ética punk y su importancia para la supervivencia, y sobre estrategias actuales para las artistas (sub)e-mergentes. Lo que no sabía cuando fui es como me atravesaría la performance que nos regaló Itxaso Corral esa misma tarde. Se llamaba "mujer hecha y derecha" y tenía efecto retardado. A mí me atacó al día siguiente, en medio de la belleza silenciosa pero nada modesta de la Cerdanya francesa, y me arrastró un alud de lágrimas desde un lugar que siempre prefiero olvidar. Como tengo la suerte de que me gusta escribir, las palabras me ayudaron en el proceso, que me hizo recordar que el cuerpo no olvida, suma y sigue.
Os dejo con mi vómito post_perfo y prometo más cosas sobre el Reality Creation Kit para otro post porque da para mucho. Y si tienen la oportunidad de ir a alguna perfo de Itxaso, no se la pierdan.


La veía de perfil. La huella negra del rotulador dejaba un silbido en el aire, como si las palabras fueran deslizándose por la nieve. Dijo algo como “descomponer la sintaxis de la frase”. Descomponer la sintaxis. Abrir la frase en canal e ir tirando de las entrañas sin miedo al hedor.Yo: sujeto. Llevo: verbo principal. Conmigo: complemento circunstancial, en este caso de lugar (“dónde llevo”). El último aliento: complemento directo. Que exhaló mi padre: oración subordinada. Exhaló: verbo de la subordinada. Mi padre: sujeto de la subordinada. Que: …”Estaba inclinada levemente sobre el papel. Ahora no recuerdo si todavía llevaba el vestido blanco de novia. “Estamos aquí para casarnos”, creo que dijo. Y yo sentí que estábamos comprometiéndonos a crear ese momento entre ella y quienes la mirábamos desde nuestras sillas ubicadas alrededor de la gran mesa rectangular.La audiencia éramos el contexto, su útero. Ella no se estaba casando, creo que más bien iba a parir. Al principio tuve un poco de desconfianza. Sobre todo cuando dijo que confiaría en nosotros. Nosotras. Qué atrevida, pensé. Igual es que quiere engañarnos, sospeché. Entonces le mire fijamente a los ojos, porque ella te buscaba. No miraba hacia la nada, te miraba a ti. Y en su mirada, o mejor, en la expresión de sus labios, su mandíbula, su pecho ancho todo entregado hacia adelante, había dolor. Un dolor que casi asustaba, y que ella había venido a compartir con esa gente que quizás conocía o quizás no, y a la cual iba a entregarse. Desnuda. Con las tripas abiertas. Como la frase, pero sin subordinada. Qué valiente, pensé. Qué hermoso arrojo, esa necesidad de sacar el dolor. Vomitarlo. Cagarlo. Porque no es de ella, no. Parecía más bien el dolor de estar viva y sentir la muerte.(entonces no lloré, sonreía y disfrutaba. Sentía que cada vez que ella tiraba sus brazos hacia adelante cuando bailaba exhalaba dolor. Su dolor. Mi dolor. Nuestro dolor. Ella nos limpiaba. Pero ahora, recordando, lloro. Lloro a pesar de la montaña nevada que se impone sobre el recuerdo de todos los páramos. Lloro a pesar de la blancura de la nieve que enceguece todo atisbo de nostalgias tropicales.)Llevo conmigo el último aliento que exhaló de mi padre.” Un instante, apenas. Una eternidad, casi. El tiempo de un aliento.Llegué a mi casa a las once, la habitación estaba helada. Me senté frente a la llar de foc. Me hice un porro. Le dí su tiempo. No lo necesitaba, pero él estaba allí, esperando. Antes de la primera calada empecé a sentir la frase como el silbido de un tren de los antiguos. Un rumor sigiloso que se anunciaba como un tropel de viajeros inesperados. Pero el tren pasa y se va, en cambio la frase vino para quedarse. Caía en el silencio como nieve derritiéndose al ritmo de un cielo nublado. Me llamaba hacia un tiempo que está en mí como un sueño. Un tiempo que no puedo recordar. Un tiempo que no puedo olvidar.Llevo conmigo el último aliento de mi padre.”Empezó a llorar en la última mitad de la performance. Entonces ya llevaba la camiseta verde con flequitos que decía algo así como “recuerdo de Benidorm”. Me hizo mucha gracia porque me pareció ridícula. “Siempre viene mi madre a mis espectáculos, pero como esta vez no ha podido ser, me pongo la camiseta que me regaló.” Su madre no pudo venir. El último aliento de su padre.No podía seguir negándolo, pero prefería pensar que todo era ficción. Que la vida es una ficción en la que las madres van a los espectáculos y regalan camisetas de benidorm y los padres no exhalan su último aliento. Pero ella parecía moverse al ritmo del último aliento de su padre. Y su madre no había podido venir. Y la performance no era una ficción. Pero yo sonreía. Y ella también. Y nos miraba. El fuego está casi apagándose. El porro también. Entonces todavía no lloro porque sólo puedo dejar que la frase ocupe todo mi cerebro. Cerebro. Ella hizo un masaje a un cerebro. Pero el último aliento de su padre no está en su cerebro. Está en su piel, su mirada, su sonrisa que llora y mis lágrimas a pesar de la nieve y la montaña. Está en la pureza del vestido blanco y la graciosa camiseta verde con flecos de benidorm que le quedaba tan bien porque le dejaba desnuda, desnuda y helada porque nada podría quitarle el frío del último aliento de su padre. Pero a la vez le abrigaba porque era el regalo de su madre y porque nosotros, nosotras, estábamos allí y le mirábamos. Y pudimos sentir con ella el último aliento de su padre. Tienes suerte, Itxaso. No todas hemos tenido ni tendremos la suerte de llevar camisetas verdes de benidorm para apenas cubrir las entrañas abiertas a latigazos por el último aliento de nuestros padres.Gracias. Gracias. Gracias. 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Donde yo mando

después de que el viernes, en plena muestra marrana, cuatro mujeres me dijeron que tenían la regla, supe que a mi me vendría al día siguiente. es inevitable: el contagio del menstruo debe tener alguna explicación genética, algo de la selección natural que hace que las  mujeres (y según me han dicho, las perras) tienen juntas el celo. a mí me gusta pensar que es para cuidarnos entre nosotras, los ultradefensores de la vida humana sostendrán que es para que todas nos preñemos a la vez. ninguno tenemos razón, ya que la regla se pasa sola y la maternidad, bastante de lo mismo. en fin, que entre el reglón del domingo que me dejó paralizada y la gripe que pillé entre el sudor y el frío, la desnudez y el congelamiento del amanecer, todavía estoy pal' arrastre... lo cual no me ha impedido ir a buscar leña, preparar una conferencia y organizar un viaje a la cerdanya, pero sí sentirme a gusto con mi cuerpo que tantas alegrías me da. para él y para todos los cuerpos es el videoclip que presenté en la marrana, aunque el sonido me quedó fatal por mi ignorancia editora que pronto, espero, será un recuerdo de lo que no sabía hacer.
quiero volver a agradecer a todas las personas que han hecho posible este evento, esos tres días de marraneo punkarra, y las gracias especiales a lucía egaña y diana pornoterrorista, por su tenacidad y perseverancia que les ha permitido cruzar las grandes aguas, como dice mi amigo I Ching. y mi admiración para todas porque hoy, que no cesan los "no tenemos dinero!! au au au!!" de gestores culturales de todo pelaje, hay gente que se arriesga haciendo lo que le gusta sin esperar dinero a cambio, y que a la larga y con mucho esfuerzo lo consigue. olé

El nombre del videoclip, "Donde yo mando", es un homenaje a uno de mis poemas preferidos de la Pornoterrorista, ese que dice "mi cuerpo, mi cuerpo, mi cuerpo, donde yo mando, cabrones!!"

Cámara: Teiko

Música:cll007_daax!_freeUrCode! 

Cuerpos en acciónMemento Mori a las cuerdas, Helen Lafloresta

Cameos: Raddie y Pepe

SanKagat, set. 2012

donde yo mando por helenlafloresta 

un cuerpo desnudo
no es solamente
un cuerpo desnudo
es un producto comercial
un arma de concienciación masiva
un territorio en guerra permanente

todo depende del contexto
donde se muestra el cuerpo desnudo
qué hace el cuerpo desnudo
de quién es el cuerpo desnudo
cómo es el cuerpo desnudo

el contexto

el género
la raza
la clase

la edad

variables de la diferencia
variables de la opresión

cuerpo de mujer
cuerpo de mujer desnuda
objeto a modelar

liposucción
cremas
depilación
lencería fina
y un bolso de vuitton

cuerpo de mujer desnuda
espacio a habitar

habitar, según Lefebre, es apropiarse de algo. Pero apropiarse no es tener en
propiedad, sino hacer su obra, modelarla, formarla, poner el sello propio.

cuerpo de mujer

cuerpos pobres
cuerpos viejos
cuerpos raros
cuerpos anormales

espacios para habitar,
para ser apropiados,
para hacer SU obra
para moldearla
formarla
poner el sello propio

y si se rebela
y si resiste
y si no colabora en su opresión

es un cuerpo a insultar
a encadenar
a violar

violación
arma de destrucción masiva

Chinique Quiché, mujer indígena guatemalteca, nos cuenta cómo vivió el conflicto armado en Guatemala: "Fui violada consecutivamente, aproximadamente unas 15 veces, tanto por los soldados como por los hombres que vestían de civil. Tenía siete meses de embarazo, a los pocos días aborté".

Según Amnistía Internacional “En Kivu del Sur, uno de los lugares donde se mantienen los combates del Congo oriental, se han denunciado más de 27.000 violaciones sólo en 2006.”

Dice la Organización Mundial de la Salud que el 70 por ciento de las mujeres asesinadas en el mundo lo son a manos de sus parejas o ex parejas. Y esta es la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres de 16 a 44 años de edad.

7 de cada 10 mujeres asesinadas han sido matadas por su pareja.

27.000 violaciones
7 de cada 10

patriarcado
arma de destrucción masiva

cuerpo de mujer
cuerpo de pobre
cuerpo de negra
cuerpo de indígena

cuerpos raros

territorios a ocupar

según Michel Foucault, un territorio es una noción jurídico política, y se refiere a lo que es controlado por un cierto tipo de poder

territorio: aquello controlado por un cierto tipo de poder
cuerpo: aquello controlado por un cierto tipo de poder

¿qué poder?

Según el congresista republicano por el Estado de Misuri y candidato al Senado Todd Akin: “Es muy infrecuente que una violación acabe en embarazo, porque si se trata de una violación legítima,
una violación legítima
una violación legítima
el cuerpo de la mujer tiene mecanismos para cerrarse del todo” y prevenir el embarazo.

cierto tipo de poder
cierto tipo de poder
cierto tipo de poder
cuerpos controlados por cierto tipo de poder