Pero estoy en una plaza de la floresta, a la fresca, y como, a pesar de que El País tituló al proyecto como "Nuevos paradigmas digitales", mi sugerencia de hacer un streaming o enviar un archivo de audio para ser reproducido en el momento no fue admitida porque "estas soluciones no favorecen el debate presencial, no permiten interactuar, reproducen un paradigma descorporeizado y plantean siempre problemas técnicos (el skype suele no funcionar)" (os recuerdo que el evento es en un Medialab)
Así que las publico en este blogspot. (lo siento, estoy migrando... sobre cómo vivir con tanta incoherencia habló Katherine Hayles en su maravillosa conferencia del 27/7 en este mismo evento)
----
dicen que la zorra sabe por zorra, pero más sabe por vieja... serán los mismos que dicen que a quien madruga dios le ayuda
#1. la zorra arrepentida
Hace un tiempo que no me siento a gusto con mi apodo. Para ser zorra, la astucia ha de superar al orgullo y la ambición. La supervivencia de una zorra depende de su capacidad para hacerse la boluda. (Nota: buscar alzheimer/cuandoerauntopotroskista.txt)
Tampoco vale tener ataques de altruismo y creerse la zorrin hood de los bosques: la zorra es la que lleva a los animales de granja hacia su guarida a través de artimañas, aprovechándose de su credulidad y su desconocimiento del terreno.
En las fábulas, la zorra es astuta; la gallina, tonta. Por eso la zorra no le guarda ningún respeto, ningún cariño, ninguna compasión. La zorra no llora cuando se come a la gallina, está demasiado ocupada en huir y no para ni para relamerse los bigotes.
//
#2. la zorra empatiza con la gallina y casi acaba en la boca del lobo
Voy por ahí diciendo que lo peor de las crisis profundas es la languidez del entusiasmo. Aterrorizada ante esa posibilidad, me arriesgo en una aventura político-profesional sin medir esfuerzos, inversiones, desgastes, reembolsos ni ganancias. Suena muy economicista, pero estoy hablando desde la crisis profunda.
¿Cómo no entusiasmarse cuando en el advisory board del proyecto bailan juntos los nombres de Haraway, Annie SPrinkle & Beth Stevens, Luciana Parisi, Karen Badad, Sandy Stone... vamos, la disneyland del pensamiento crítico...
Jugando a la que puede con todo (nota: leer yaestabien/loquedeciaelfeminismo.odt), aposté a un proyecto confiando en zorrismos lejanos y, en cinco días, perdí un mes de alquiler, un amigo y la ilusión que traia antes de venir a Madrid.
A cambio, vuelvo con una retención de líquidos que no me permite abrir bien los ojos, un herpes en el labio y unas contracturas en la espalda que serían la fiesta de una acupuntora.
¿Es mi cuerpo un metacuerpo?
//
#3. la simbiosis entre no domesticados
Desde que dejé de trabajar para grandes instituciones, sólo he participado en proyectos preocupados por la participación horizontal; la transparencia en los presupuestos; la importancia de las tecnologías libres y abiertas; el cuidado afectuoso de los cuerpos y las relaciones...
Estas preocupaciones son el detonador de espacios asamblearios diarios donde conocernos y dirimir colectivamente posibles conflictos; canales de participación abiertos para proponer ideas, acciones, discusiones y colaboraciones; exposición pública de los presupuestos; espacios comunes para encontrarse y conocerse más allá de la convocatoria concreta; comidas comunes y cuidadas; herramientas de comunicación colectiva...
A veces el evento o el proyecto fluyen, y vuelves a casa satisfactoriamente transformada. Otras, sobre todo cuando se trata de cientos de personas conviviendo durante días, hay piedras en el río... broncas, enfados, nervios e incomodidades son una dificultad y un desafío; pero lo que queda, sobre todo, es la gran satisfacción de descubir otros mundos, nuevas tecnologías, proyectos inesperados y personas con quienes sientes mucha afinidad.
De allí surgen amistades, acoplamientos, acciones políticas, encuentros, desencuentros... quizás no sean más que acontecimientos en los que se vive la ilusión de crear cosas en tiempo real, pero esto es como lo que decía mi abuela galega: “yo en las brujas, querida, no creo, pero haberlas, las hay”.
Hablo de proyectos autogestionados como summerlabs, hackmeetings, eventos, talleres y jornadas en C.S.A.; y también de proyectos en centros de danza, editoriales, festivales de arte, colectivos y asociaciones.
En el tren de regreso a Barcelona, cuatro días antes de lo previsto y un día antes de mi conferencia, me siento como quien, habiendo vivido toda su vida junto al mar, se va a pasar sus vacaciones de verano al Sáhara. Ningún error debería repetirse dos veces, pero hace doce años fui en agosto al Sáhara igual que hace cuatro días partí al metabody con la misma convicción: en el desierto no hará tanto calor, en el desierto no hará tanto calor, en el desierto no...
Habitando el nanomundo de la resignificación, pretendo resignificación permanente en la aldea global. Debug, debug, debug...
//
Desde el 24 hasta el 31 de julio se realiza en Madrid, en la sede del Medialab Prado, un encuentro organizado por la Universidad Autónoma de Madrid y Reverso en el marco del proyecto europeo Metabody, de una proyección de cinco años. Soy admitida para dar una conferencia, programada para el 29 de julio. A través de una serie de correos, muchas de ellos con las direcciones abiertas, se nos invita a participar en todo el proceso, abierto al público, que consiste en:
24-27: presentaciones y reuniones entre coorganizadores, associative partners y desarrolladores del proyecto
26-27: conferencias de coorganizadores y associative partners
29-30: conferencias (call for papers)
28-31: desarrollo de proyectos seleccionados por convocatoria
Entiendo que la invitación de la organización a participar en todo el evento está motivada por la posible colaboración en el desarrollo del proyecto. Olvido la norma#1 “nunca des nada por sentado” y, temeraria, organizo una estancia en Madrid de 8 días a cuenta y riesgo propios.
Menuda sorpresa cuando, al llegar, me encuentro con una sesión entre coorganizadores y partners discutiendo cuestiones presupuestarias en las que poco pueden incidir las asistentes; presentaciones de la organización sobre la conceptualización del proyecto en busca de un marco teórico común (¿no era Haraway quien nos advirtía contra "el sueño irónico de un lenguaje común"?); un programa de conferencias en el que coorganizadores y partners presentan los primeros cuatro días, y luego marchan de madrid, momento en el que entran en acción el resto de participantes y conferenciantes, perdiéndose la posibilidad de un intercambio entre locales y foráneos; información contradictoria sobre el presupuesto a asignar a cada proyecto; alojamiento en un hotel cercano para organizadores, partners y sólo para dos de los siete participantes de los proyectos seleccionados; dificultad para encontrar un espacio en el que dirimir conflictos o tomar decisiones conjuntamente... se habla de robótica e I.A., pero casi nadie sabe qué es un pad... se advierte "contra la homogeneización de la globalización" pero no se consigue un espacio asambleario donde todo el mundo pueda hablar y escucharse... se enuncia la "generación de condiciones para una nueva ecología social" pero no hay ningún espacio en común para encontrarse más allá del espacio-tiempo de las conferencias... Debug debug debug
Las presentaciones de quién era quién se hicieron el primer día por la mañana, quedando sin presentación quien llegara más tarde. Al acabar la jornada, el Black Block (el precariado para el cual el negro es una parte básica de su estética) íbamos a los bares cercanos a birriar y berrear, mientras que el resto de participantes se dirigía hacia otros destinos.
Afortunadamente, siempre hay alguna zorra que resignifica rápido y vive el acontecimiento. Pero ya he dicho que hace un tiempo que me está costando hacerle honores a mi apodo.
Al interpelar a la organización para dirimir estas cuestiones (que yo atribuí al cansancio, a errores de gestión, a un exceso de responsabilidad) mi mal zorrismo me jugó una mala pasada cuando el interpelado se mostró sorprendido, ofendido, irritado e irascible, llamándome “victimista” y acusándome de ir de “superrevolucionaria”, diciéndome que no había ningún privilegio, que yo deliraba (esto último no lo dijo).
La zorra dejó paso a la gallina que se fue con Mr. Hyde a tomar café, dejando en el archivo “alzheimer” la norma #2: cuando estás tapada de mierda lo que hay que hacer es levantar la nariz y no abrir la boca.
//
#5: mi ketabody (keta del griego ketan, alteración de ketaton: acetona; de latín acetum: vinagre)
Llego a casa. Huele a pino. Hay un incendio cerca.
Me voy al huerto, cojo un tomate, me lo como, me sirvo una cerveza y, olvidada del herpes, las contracturas y el alquiler, me siento en el jardín dispuesta a trabajar en el proyecto para Artropocode, "espacio de convivencia y generación de proyectos mediante el work-in-progress y el trabajo colaborativo Do It Yourself / Do It Together", programado por la red Arco Atlántico dentro del programa de Summer of Labs. Con presupuestos estrepitosamente inferiores, las posibilidades creativas, políticas y afectivas de este tipo de encuentros tienen una gran potencia transformadora y de resignificación. Lo hacker se cruza con el transfeminismo que se cruza con el reciclaje que se cruza con el vecindario que se cruza con la performance. Arte, cultura, acción, política, género, tecnología, cuerpos, saberes, conocimientos situados, nomadismo, educación, biohacking, permacultura... y muchísimos más tags sin prefijos únicos ni lenguajes comunes.
![]() |
Una expedición nómada veraniega: summer of labs |
Termino mi primer cerveza. Unas niñas chillan a grito pelado en el parque en lo que se adivina como un juego entre hembras y machos quinceañeros completamente ignorantes de estos asuntos que tan fundamentales me parecen. Me pongo los cascos. cll007_daax!_freeUrCode!
Ya lejos de mis zorras que quedaron en Madrid, veo mis errores y hago un esfuerzo por no arrepentirme de haber sacado mi increíble hulk a mis queridas amigas, esas con quienes compartimos camas, mesas, anhelos, esfuerzos, broncas, cuidados, confianzas, decepciones, conocimiento... amor, quiero decir.
Y brindo por quienes luchan por hacer lo que se puede con lo que hay, y si no hay se lo inventan, sin perder lo más valioso del precariado: el tiempo, el cuerpo, el saber hacer, la ilusión, el cariño.... la política, quiero decir.
Dedico esta no-conferencia a todas las zorras que han soportado mi ketabody estos días sin desfallecer en el intento.
PD: me consta que, en los 20 minutos asignados a esta charla, conferencia, speech o como se llame, la organización leyó este link para quien quisiera leerlo, pero no se leyeron estas palabras. Una pena... Yo diría que es censura, porque no hubiera llevado más de 10 minutos, pero no diré nada más. Como las adolescentes del parque, yo también tengo otros asuntos más interesantes, divertidos e importantes con los que ocupar mi precariedad.